Esta historia sucedió en Cuba.
Corría el año 1992 y como todas
las mañanas Alberto salía a trabajar, después de mucho esfuerzo y una Cuba en
pleno periodo especial, Alberto logra su título de guía de turismo. Se abría
una gran oportunidad para él y su familia, trabajaba en una agencia de turismo
de la cual era guía y con un nivel de idioma muy superior. Así comienzan los
viajes a Varadero, recorridas por la Habana, y los demás lugares turísticos,
mostrando la belleza de la isla,
Un día salió en una excursión a
Matanza con una delegación de turistas alemanes. El viaje era esplendido lleno
de colores en una Cuba, donde no se podía portar billetes de dólar pues no
estaba permitido y cada propina que los viajeros le ofrecían debía entregarlo a
sus superiores y sabe Dios donde iba a
parar ese dinero.
Alberto Torriente de musculosa celeste a la derecha de la fotografía
(Foto cedida por María Torriente)
Esa mañana, Alberto se dirigió a
su empleo e hizo su trabajo como todos los días.
La delegación, que él acompañaba,
estaban muy interesados en lo que les explicaba sobre los atractivos cubanos y
hacían preguntas para conocer más acerca de la isla caribeña. Por supuesto que
Alberto no podía contestar preguntas sobre la política interna de Cuba, pues
tenía prohibido de ello.
Siempre existía la posibilidad,
como en cualquier parte del mundo, de que si lo hacía, alguien podría delatarlo
porque no sabía a quien tenía en el grupo que podría denunciarlo.
El día había transcurrido
normalmente y los huéspedes estaban fascinado con el paseo y el trabajo del
guía. Entre todos resuelven hacerle un gran regalo, reunieron 600 dólares de
propina, lo que en ese tiempo era una
gran fortuna para un ciudadano cubano. Unos de los visitantes, reúne los
dólares y se lo entregan en un sobre. Era obvio que Alberto no podía el tomar parte
del dinero. Fue tanta la insistencia él toma el sobre y lo guarda. En su inocencia
cuenta al chofer y otra guía lo sucedido, aunque a estos dos le habían dejado
propina también pero no tan cuantiosa y eso generó una envidia insospechable.
Concluye el viaje y se dirigen al
hotel donde debía dejar a los turistas y también regresa a la agencia donde
realizaría la entrega de la propina. Fue hasta la administración, entrego el
sobre recibido. Lo que hizo Alberto fue quedarse con 11 dólares, lo que
representaba un gran riesgo para mantener su trabajo y en un país con tantas restricciones
eso era imposible de realizarlo. Unos instantes más tarde llega la otra guía y
el chofer a entregar su propina y le comentan al jefe que “Alberto si tuvo un
día bueno. Le dieron 600 dólares de propina”. “Pero si Alberto entregó 589
dólares”, dijo a viva voz la Sra Jefa. Se hizo un silencio delator y de
inmediato la jefa tomo teléfono, se comunicó con los altos mandos de la agencia
contando lo sucedido y ordenaron detenerlo lo más pronto posible y enviaron una
patrulla a apresarlo a su casa.
Alberto llegó a la agencia y allí
lo interrogaron fuertemente y terminó confesando que se había guardado los 11
Dólares.
Lo sacaron esposado como un
delincuente u asesino por 11 dólares. En su juicio mucho no pudo hacer la defensa
y lo condenaron a un año. Durante el año 1992 y 1993 Fidel Castro despenaliza la
tenencia de dólares. Alberto cumple su condena y fue situación como matarlo en
vida. Salió de la cárcel y se recluyo en su casa, no salía a la calle por
vergüenza y porque humillado en su dignidad.
Quedo sin trabajo y sin el deseo
de seguir viviendo en la Isla de Cuba. Ese mismo año con un hermano y un amigo decidieron aventurase
al mar y abandonar el país que los vio nacer, crecer y vivir unos cuantos años.
Hoy vive en Estados Unidos libre
y sin cicatrices.
“Cuando tus derechos y tu vida es
pisoteada el destino se encarga de abrir los caminos” dice María Torriente,
hermana de Alberto.
“Esta es mi historia de hoy”, termina
diciendo María Torriente ciudadana cubana que vive actualmente en Concordia,
Entre ríos, Argentina desde 1996.
María Torriente
11 de marzo de 2020
Corrección realizada por:
Mario Liand
Mario Liand
Concordia, Entre Ríos, Argentina, 22
de marzo de 2020.