Calor de estío.
Aunque temprano está algo fresco,
La ciudad duerme en un letargo.
Es primero de enero y se descansa
de la algarabía de recibir con
una fuerte esperanza un nuevo año.
Los sueños, las ilusiones, en la noche
subieron la adrenalina de los cuerpos.
El ímpetu de un año mejor arde
en los corazones, en la conciencia
en el alma, en las aspiraciones,
en los proyectos, en un año prospero.
Jamás tantos seres en el mundo
han manifestado con tanto acuerdo
sus anhelos de que todo haya pasado ya.
Renovados sentimientos y muy arraigados
en el interior con tanta garra conmueven.
Mario Liand.
Verano de 2021 (1º de enero). 10:00 a.m.
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