La sandía y la caña. Por Mario Liand

Desde temprana edad mi madre nos asustaba, a mi hermano y a mí, que al comer sandía había que esperar unas 3 horas para tomar agua. ¿Por qué? Porque uno se podía morir al mezclar la sandía y el agua. La sandia se volvía como un corcho en el estómago y esto producía un desenlace fatal en él que lo hacía.

Con los años, alrededor de los 11 o 12 años (en 1971), nos mudamos a la ciudad y mi madre puso un almacén de barrio y al tiempo un Bar donde se servían copas de bebidas alcohólicas y allí muchos clientes decían que si comías sandía debías tomar  unos tragos de caña para cortar el efecto de corcho en el estómago.

Así que desde esa época cada vez que ingería sandía, unos minutos después tomaba una copita de caña “Ombú” por si me olvidaba y tomaba agua.

Mucho tiempo después leyendo en Internet sobre el tema en cuestión aprendí que tomar agua luego de haber comido una porción de sandía no pasaba nada y no producía ningún efecto de corcho ni nada. Porque si sumergís un trocito de sandía en un vaso de agua podría endurecerse y quedar algo parecido al corcho. Pero en el estómago entran en juego otros líquidos como ácidos estomacales y esto llevaría a que la sandía n ose convierta en corcho. Un tema  era la sandía sumergida en agua afuera del estómago y otra cosa en el estómago.

Siempre me divertí con esto y siempre que alguno recordaba esta creencia campera de la sandía y el agua y o le explicaba lo que puse más arriba. Que no pasa nada si comes sandía y tomas agua. Y también he reiterado muchas veces un chiste sobre que yo no sabía si comía sandía porque me gustaba o si comía sandía para tomar los tragos de caña luego de ingerirla.

Todavía, hoy en diciembre de 2017, escucho a algunas personas manifestar esas creencias y lo dicen con mucha fuerza para que el que la escucha le haga caso o mejor dicho para que no tomen agua cuando comen sandía. Es una creencia que sigue firme, cada vez menos pero todavía se manifiesta entre nosotros.

Mientras tanto, cada vez que como sandía, sigo recordando las veces que tomaba esos sorbos de caña “Ombú”. Hace varios años ya que no hago más esa práctica.  Sigo comiendo sandía pero sin acompañarla con la caña.

Mario Liand

3 de diciembre de 2017.