martes, 20 de noviembre de 2018

Necesito respirar las verdades de Víctor Hugo - Mario Liand


  
   Durante años me he informado con los medios hegemónicos de Argentina hasta que un día, hace años ya, descubrí que Víctor Hugo decía, no como un informativista o como un conductor de un programa periodístico hegemónico, sino que decía con un apego a la verdad cada noticia de la que daba cuenta.
   Con él aprendí mucho sobre las artimañas de los canales, radios y diarios que se arrogan el título de “Periodistas independientes”.
   Estudie Comunicación Social en Concordia y 3 años no alcanzan para ver todo lo que generan estos medios que solo defienden sus negocios y sus sociedades. Así que mirando y escuchando a Víctor Hugo pude abrazar más esa necesidad de ser más crítico y no dejar pasar por alto las mentiras, los inventos, las pruebas falsas para embarrar la cancha o para minar un campo donde sus intereses pueden verse afectados. Fortalecí mi espíritu crítico.
   Todos los días de mi vida tengo que mirar, aunque sea algún video (en YouTube) con opiniones de Víctor Hugo, que le salen del alma, para no verme infectado por las noticias de esos medios malintencionados que reiteran una y otra vez para convertirlas en las “verdades” de esos medios poderosos. Es como una necesidad que tengo. Informarme un poco cada día y volver a creer que la democracia es una herramienta común para desarrollar una vida digna.
   Víctor Hugo pone tanta pasión por lo que hace periodísticamente que me hace sentir que defender los intereses genuinos de la patria argentina no es pecado. Me recuerda que los valores del patriotismo, la veracidad, que ser genuino y que decir la verdad en la cara de quien sea  me llevan a sentir que vale la pena vivir la vida con valores, que aunque muchos los creen perdidos, o cambiados, siguen vigentes para quienes quieren vivir con la verdad y los ojos puestos en que aún muchos podemos vivir con dignidad y esperanza.
                                       
                                                                                            21 de febrero de 2018, 09:10 Hs a. m.
Mario Liand
T.S.C.S
14.711.251
Ecuador 235 (3201) Villa Adela, Concordia, Entre Ríos.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Desinhibite y anímate, la vida es más que tu hipocresía - Mario Liand



Me gusta cuando la gente se desinhibe, se muestra y se divierte con los demas.
De vez en cuando me he disfrazado para alguna fiesta o para el Disfrazate que se hace 7 años en Concordia, Entre Ríos.
Lo hago porque me pide el alma, el espíritu, el cuerpo. Tal vez sean las ganas de divertirme y de alegrar a otros. Y los otros, los que se animan, ponen una sonrisa en mi cara. Eso me alega tanto que me arrancan unas lágrimas, unas sonrisas interminables. Me arrancan una algarabía ajena a la hipocresía donde podría esconderme para no dejar aflorar mi felicidad, para no dejar aflorar esos momentos de perder la noción de que soy un ser humano y encima un ser humano libre.
Siempre prefiero sacar esa espontaneidad que sale desde el interior de uno mismo. ¡No tengo nada para esconder, ni ocultar!  Y si yo creo que tengo algo para ocultar y/o esconder estaría metiéndome dentro de mi mundo donde todo lo que hago es para tapar, es para mentirme. Si algo tengo para ocultar, estoy tan seguro que los demás lo murmuran a mis espaldas. Porque si algo le cuento en secreto a mi amigo/a, ella o él también tiene su amigo/a y el amigo/a de mi amigo/a también y así sucesivamente hasta el infinito creo.

Me da pena que las personas se escondan simulando ser gente más cool, más culta, ¡eso no hago porque es hacer el ridículo!, ¡Yo no soy ridícula para disfrazarme!, tenes que estar mal de la cabeza para vestirte así, y muchas otras autodefiniciones de las nos hacemos cargo parece ser.
Algunas personas tienen tanto pudor para disfrazarse porque van a pensar mal de ellos mismos. Pero si igual los demás se ríen de ti porque te conocen bien, y encima, saben quién sos. ¿Me entendes?
Tampoco puedo decirles, a cada uno, que tienen que hacer con sus fracasadas vidas. Cada uno se arregla con los dientes que tiene.
Si tenes vergüenza de que se rían de ti, se burlen o te ridiculicen. Pero no te da ninguna vergüenza, ningún pudor burlarte de los demás y tampoco te importa nada ridiculizar a los demás.
Un Psicólogo o un Sociólogo tal vez podrían explicar mejor todo esto que yo.
“Tenes la mente infantil”, “sos el hombre que no tuvo infancia”, “sos un inmaduro total”, “no maduraste nunca”, son algunas de las rases a que esa gente te incrimina para presionarte a que te comportes como ellos. O sea, no hacer el ridículo, tenes que tener vergüenza, Se van a burlar de ti, etc., etc., etc.
Así que liberándome de todo prejuicio social y de la presión social que esos prejuicios tratan de influir en cada uno de nosotros es que me tomo el tiempo, preparo mi ropa, ahorro para la entrada. Jamás esperaré hasta último momento.
Algunas amigas/os me han ilusionado con la idea de “disfrazarnos” para algún evento, pero llegado el momento ni se acuerdan, ni quieren, ni hacen nada por cumplir con la idea de hacerlo.
Esto que escribo aquí, es solo un ensayo, no tengo la idea de cambiar las ideas a nadie. Solo quiero dar un punto de vista de porque tantas personas se someten a la presión social o a esa hipocresía que defienden tanto. ¿Puede ser hipocresía? ¿O también puede ser, como dijo un excelente periodista argentino: te toman por boludo?
Y vos sabes que puede ser che.


Me gusta cuando la gente se desinhibe, se muestra y se divierte con los demás. No me gusta cuando la gente saca su hipocresía y encima te hacen sentir mal por lo que queres hacer y queres mostrar.
Yo solamente elijo, a pesar de todo lo que dicen, imaginen, sospechen de mí, desinhibirme totalmente y jugar con los que también les pasa lo mismo que a mí. Los demás, los otros, las otras que sigan su camino y ¡Good Show!

Mario Liand
05:00 p. m. 19 de febrero de 2018
Un día después del Disfrazate 2018. Concordia, Entre Ríos, Argentina.

martes, 6 de noviembre de 2018

Los sueños - Mario Liand





   Los sueños se alcanzan cuando uno los tiene presentes y vivos en la mente, en el corazón, en la conciencia.
   La experiencia positiva te acerca a vivir por esa ilusión que te atrapa porque la deseas.
   Un sueño se realiza cuando lo sentís, con el cuerpo, cuando lo sentís con el corazón y con el alma. Viene y se apodera de uno porque las energías de los sueños se materializan cuando uno está en armonía con esas energías. Porque lo ha soñado genuinamente.

Mario Liand
6 de noviembre de 2018

¿Amistad o manipulación? (Ensayo) - Mario Liand

Ensayo: El ensayo es un escrito en prosa de extensión moderada que se caracteriza por ser una cala profunda sobre un tema que no se...