Los
sueños se alcanzan cuando uno los tiene presentes y vivos en la mente, en el
corazón, en la conciencia.
La
experiencia positiva te acerca a vivir por esa ilusión que te atrapa porque la
deseas.
Un
sueño se realiza cuando lo sentís, con el cuerpo, cuando lo sentís con el
corazón y con el alma. Viene y se apodera de uno porque las energías de los
sueños se materializan cuando uno está en armonía con esas energías. Porque lo
ha soñado genuinamente.
Mario
Liand
6 de noviembre
de 2018
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